Hola otra vez. Yo soy Emilia y hoy te hablaré de Limita el azúcar y compensa la dieta mediterránea
El azúcar se ha convertido en un gran dolor de cabeza para las agencias de salud pública, tanto a nivel nacional como mundial. Su elevado consumo está asociado a multitud de problemas de salud como la obesidad, factores de riesgo cardiovascular, diabetes o síndrome metabólico.
El manifiesto ‘Por un consumo responsable de azúcar’ fue elaborado por la aseguradora DKV con la colaboración del nutricionista Carlos Ríos, abanderado de la denominada «comida real» y del Dr. Jesús Vioque, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Míguel. Hernández.
Da unas sencillas indicaciones para seguir una dieta saludable basada en la cultura tradicional mediterránea y en las costumbres de generaciones anteriores, lo que supone una notable limitación del consumo de este «veneno dulce».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el consumo de azúcares libres o añadidos no debe superar el 10% de la ingesta energética diaria, que en una dieta estándar de 2.000 kcal, representaría unos 25 gramos.
Aun así, el consumo recomendado para beneficios adicionales para la salud es del 5%, que sería no consuma más de 12,5 gramos al día.
En España, segundo Estudio Anibes, la ingesta media de azúcar total es de 76,3 g / día, de los cuales 33,9 gramos son azúcares añadidos.
Uno de los puntos clave es la conciencia de su consumo. El azúcar se esconde en refrescos, jugos industriales, productos de confitería y productos lácteos procesados y derivados como helados, cereales, galletas o mermeladas; productos que consumimos habitualmente y que nos hacen exceder su consumo sin saberlo.
En este sentido, el manifiesto destaca que las desigualdades derivadas de factores socioeconómicos pueden ser uno de los principales determinantes de la salud de la población.
El precio, la conveniencia y el sabor de los alimentos siguen siendo factores decisivos a la hora de comprar, y los productos azucarados ultraprocesados son extremadamente baratos, convenientes y sabrosos.
La solucion al problema
Aquí es donde entra en juego la llamada «comida real». En el pasado, nuestros abuelos disfrutaban de buena salud porque no entendían los macronutrientes, sino los alimentos y cómo combinarlos en función de su disponibilidad estacional. El consumo de azúcares añadidos fue una excepción.
Por ello, los expertos destacan la importancia de recuperar la cocina mediterránea basada en frutas, verduras, cereales integrales, pescado, legumbres, frutos secos o aceite de oliva, altamente beneficioso para nuestra salud.
Tipos de azucar
- Intrínseco: Están presentes en alimentos frescos y sin procesar No contienen etiquetas ni ingredientes añadidos. Son azúcares presentes de forma natural en las frutas y lactosa en los productos lácteos. No es dañino porque va acompañado de todos los componentes del alimento: fibra, antioxidantes, antiinflamatorios, vitaminas y minerales.
- Adicional: son azúcares añadidos a los alimentos durante su preparación. Se les conoce por diferentes nombres como jarabe de maíz, dextrosa, fructosa, sacralosa, azúcar invertido, jarabe de malta … Son azúcares que se aíslan de los alimentos y se concentran, para convertirse en los ingrediente principal de los alimentos ultraprocesados, cuyo consumo se asocia con un mayor riesgo de hipertensión, hígado graso y cáncer.
- Gratis: incluir los añadidos por el productor, cocinero o consumidor, así como los presentes de forma natural en frutas y hortalizas durante el procesamiento en jugos y purés. El azúcar de miel también se incluye aquí. Si bien no son dañinos, tanto la miel como los jugos son alimentos complementarios que no son esenciales para mantener una buena salud.
Interpretar el etiquetado de los alimentos
- Tenemos que Evite quedarse solo con la información en el frente del producto. Es el que contiene más estrategias márketing y anuncios de dudosa veracidad. No debemos guiarnos por las etiquetas «light», «cero», «0%», «ecológico», «integral» o «natural», ya que no se refieren al procesamiento del producto y pueden estar presentes en cualquier producto ultraprocesado. Puede ser «natural» incluso cuando está cargado de azúcar, o puede ser «sin azúcar» pero rico en aceites.
- Tenemos que voltear el producto para encontrarlo. la lista de ingredientes y la tabla de valores nutricionales. Los ingredientes se ordenan de mayor a menor cantidad y es aquí donde podemos diferenciar si es un alimento real o ultraprocesado: si tiene más de cinco ingredientes y entre estos se encuentran azúcares añadidos, aceites vegetales y harinas refinadas, aditivos y sal. , Es un producto ultra elaborado. Sin embargo, cabe destacar que no todos son malos, también los hay buenos procesados, que suelen contener entre 2 y 5 ingredientes y contienen una cantidad reducida de azúcares añadidos, aceites o harinas refinadas (menor o igual al 10%). En la tabla nutricional podemos comprobar si supera esta cantidad.