Hola, ¿qué tal todo?. Yo soy Inma y en esta ocasión voy a hablar de Tomamos el doble de sal que necesitamos
En torno a la sal, el Alfabeto de la Nutrición utiliza la letra «S» para hablar de este condimento, tanto querido como insultado al mismo tiempo.
Anabel Aragón explica el papel de la sal en el funcionamiento del organismo: equilibra los fluidos corporales y favorece el funcionamiento de los músculos y la actividad del sistema nervioso. Hasta ahora, bienvenida a la sal.
¿Entonces, cuál es el problema? Pues si abusamos de él, daña el funcionamiento de los riñones, afecta la presión arterial y se convierte en un factor de riesgo muy grave de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, entre otras patologías. Hasta ahora, ten mucho cuidado con la sal.
La OMS recomienda, para la población adulta, un consumo medio máximo de 5 gramos por día, es decir, una cucharadita llena de café; en el caso de niños de 7 a 10 años, 4 gramos al día; y en los menores de siete años, 3 gramos.
Nos divertimos
¿Y cuál es el consumo medio en España? Pues nada más y nada menos que casi el doble: en lugar de 5 gramos, 9,7 gramos al día. Nos divertimos.
“No se trata de comer sin sal, sino de reducir su presencia”, enfatiza Anabel, quien explica: “El gusto por la sal se adquiere desde una edad temprana, y es precisamente por eso que es posible educar. Si los padres evitan el consumo de alimentos salados, los niños lo internalizarán para siempre.
Anabel Aragón recuerda que uno de cada tres adultos padece hipertensión, lo que significa que las arterias pierden elasticidad y adquieren rigidez; Reducir la ingesta de sal reduce un enorme factor de riesgo cardiovascular.
En nuestro consumo de sal, el 20 por ciento está representado por lo que agregamos cuando cocinamos, es sal visible; pero el otro 80 por ciento es «invisible», ya que se encuentra en la comida misma incluso si no agregamos sal. De ese 80 por ciento, el 8 por ciento es sal natural en los alimentos, y el 72 por ciento restante se presenta en platos preparados, alimentos procesados, etc.
«Hay que reducir ambos tipos de sal: visible e invisible», concluye Anabel Aragón, quien aconseja mirar con atención las etiquetas nutricionales como medida para evitar productos excesivamente salados.
Algunos trucos para evitar la sal sin perder el sabor de la comida
Nuestra nutricionista de «El Sisturí» tiene claro que la ingesta de sal se puede reducir sin gran sufrimiento
- Use aceites especiados para dar sabor a platos con sabores fuertes.
- Nunca dejes el salero sobre la mesa, la sal es para los cocineros y debe estar en la cocina
- Reemplaza la sal con otros condimentos como hierbas o especias.
- Lave bien las verduras y legumbres enlatadas con abundante agua antes de prepararlas.
- En el caso de las ensaladas, utilice el limón como condimento, ya que le da frescura y realza el sabor, por lo que la sal es casi consumible
- En alimentos a la parrilla o al vapor, agregue la sal al final, después de cocinar
- Si comes fuera de casa, pídeles que preparen tus platos con menos sal; y en salsas sin sal y tráelo a la mesa para que puedas servir lo que consideres